domingo, 31 de marzo de 2013

Portada del boletín anual que edita la cofradía.
Momentos previos al encuentro con la Virgen de los Dolores.

Por fin tenemos un jueves santo completo después de dos años.


Tras varios días sin procesiones en Porcuna por la lluvia, la expectación era grande este Jueves Santo. El cielo mostró su mejor aspecto durante todo el día y las procesiones del Jueves Santo salieron a las calles para deleite de los porcunenses y visitantes.
Muy concurridas estuvieron las procesiones del Cristo de la Expiración y de la Virgen de los Dolores, que recorrieron durante la fresca noche las calzadas de Porcuna.
A las 21:00 horas, salió de la iglesia de San Benito, la Cofradía del Cristo de la Expiración, cuyos cofrades iniciaban su recorrido entre la expectación de un centenar de personas que se apostaron en los alrededores del templo para ver la salida de este paso. Unos cincuenta nazarenos, con su tradicional túnica blanca y capa y carepuz rojo, acompañaban el séquito, mientras que la cruz de guía encabezaba el desfile. El trono austero, sin adornos florales, mecido pausadamente por sus anderos, iba escoltado en sus esquinas por cuatro jóvenes lanceros romanos. Detrás, la Banda de Cornetas y Tambores “Juan Alcalá” (Lopera) ponía la música del paso del Cristo en la cruz en su último aliento. En la calle Huesa, la primera saeta, en el llanete Cerrajeros, lluvia de pétalos, mientras que desde sus balcones o ventanas los vecinos tocaban religiosamente el madero de Jesucristo.
Lento fue el primer tramo hasta llegar a la plaza de Andalucía. Allí esperaba su madre, la Virgen de los Dolores, que había salido con sus cofrades a las 20:45 horas desde la iglesia de Jesús. El esperado Encuentro y las Siete Palabras fue el punto culminante de la noche del Jueves Santo en Porcuna, donde tampoco faltó la saeta. Después los dos pasos caminaron juntos el resto del itinerario por las céntricas calles del municipio y en el casino más saetas para las dos imágenes. La Cofradía y Hermandad de Costaleros “Ntra. Sra. Virgen de los Dolores” por fin pudo realizar su estación penitencia (recordemos que tuvo que regresar a su templo el Viernes de Dolores a causa de la lluvia). Estuvo acompañada de sus hermanos nazarenos, con sus hábitos de túnica en sarga beig y caperuz en terciopelo azul noche, que se estrenaba este año. También sus hermanas con tocado de mantilla española negra. Los sones musicales los ponía la Banda Municipal de Música “Ciudad de Porcuna”. A las 24:00 horas se despedía la Dolorosa de la comitiva para dirigirse hacia su sede en el Paseo de Jesús. El Cristo de la Expiración continuaba en solitario hacia su templo, en el último tramo de sus estación de penitencia. Una hora más tarde se encerraba en la fría noche de marzo.